Si tiene cálculos renales posiblemente necesite seguir una dieta especial. Primero su médico le hará algunas pruebas para averiguar qué tipo de cálculos produce su cuerpo (calcio u oxalato). A partir de estas pruebas el médico puede determinar qué cambios en la dieta deben ser indicados para usted. A veces, una dieta especial puede ser suficiente para evitar que se formen más cálculos renales. Otras veces puede ser necesario seguir una dieta especial y tomar medicamentos específicos. Se debe modificar la cantidad de sal, calcio, oxalato, proteína, potasio y líquido que ingiere. Si se trata de un cálculo de calcio, es importante reducir la cantidad de sal (sodio) de la dieta. No es recomendable disminuir la ingesta de calcio ya que las dietas bajas en calcio durante períodos prolongados pueden producir pérdida de la masa ósea u osteoporosis. Si se trata de un cálculo de oxalato, se debe reducir el consumo de alimentos ricos en oxalato como: cacahuates, té, café instantáneo (más de 8 onzas al día), remolacha, fríjoles, bayas (moras, frambuesas, fresas, grosellas, etc.), chocolate, uvas Concord, verduras de hoja oscura, naranjas, tofú, boniatos y cerveza tirada. Además es importante que beba por lo menos 3 a 4 cuartos de galón de líquido durante el día. Cuando haga calor, posiblemente necesite beber más para compensar la pérdida de líquido al sudar. Esto ayudará a mantener menos concentrada su orina. La orina menos concentrada reduce el riesgo de la formación de cálculos. La mayor parte del líquido que debe beber es agua. Así mismo se recomienda disminuir el consumo de proteína animal (no suspenderla sino disminuirla).