La prueba de orina es confiable siempre y cuando se sigan las instrucciones de la etiqueta del producto de forma correcta, y si se toma al menos 8 días después de la fecha en la que se esperaba que llegara la menstruación. Es decir, a los 8 días del retraso. Antes de esto es poco confiable. Si presenta síntomas que le preocupan y le hacen sospechar un embarazo, debe asistir a una prueba en sangre que es mucho más confiable, pero debe realizarse al menos dos semanas después del retraso de la menstruación.