Este dolor aparenta un origen osteomuscular que puede relacionarse con mala higiene postural (mala postura), debilidad de los músculos de la espalda, sobrecarga física (cargar mucho peso), alteraciones propias de la columna como desviaciones (escoliosis).
Es recomendable que mejore la higiene postural, mantener la espalda recta, cargar peso realizando la fuerza en glúteos, realizar estiramientos periódicos de la espalda. En caso de dolor puede emplear analgésicos simples, calor local y reposo.
Realice actividad física de forma regular, fortalecer la espalda contribuye a disminuir dichas molestias. En caso de presentar dolor persistente acuda a control médico para revisión.