Estos son dos términos tienen una connotación clínica diferente. Un plastrón consiste en un proceso en el cual el cuerpo es capaz de encerrar la infección que se estaba originando secundaria a una apendicitis. Usualmente esta condición es de bajo riesgo, pero por supuesto para disminuir y resolver el proceso infeccioso es necesario administrar antibióticos. Con la disminución de la inflamación de la zona y la resolución de la infección, se puede resolver el plastrón y hay muy pocas probabilidades de que se rompa este.
Una peritonitis, consiste en un proceso infeccioso abdominal diseminado, para el cual se requiere no sólo de manejo antibiótico, sino también de cirugía. Este NO es su caso. Y es muy poco probable que un plastrón se convierta en una peritonitis, dado que la infección de encuentra encapsulada y protegida de diseminarse en el cuerpo. Esto es aún menos probable dado que los exámenes de sangre han salido bien. No debe preocuparse, los plantones apendiculares suelen resolverse y dejar de ser un riesgo en corto tiempo mientras se de un manejo adecuado, el cual muy seguramente está recibiendo. Dado que se encuentra en el hospital, sus médicos tratantes conocen mayor cantidad de datos acerca de su historia clínica, por lo que lo ideal sería acercarse a ellos. Sin embargo, si aún así presenta otra duda, con gusto le orientaremos.