Dependiendo de la intensidad de la fiebre (grados centígrados o fahrenheit) y del tiempo de duración (si es constante y sostenida durante horas/días, o si es intermitente) podría tratarse de diferentes patologías. También dependiendo de los síntomas que acompañan a la fiebre, se podría tratar de una entidad de origen infeccioso o de algún trastorno autoinmune.
Debido a que por este medio no es factible realizarle un examen físico o medir su temperatura, es recomendable que obtenga un termómetro para medir si lo que usted presenta es realmente fiebre, pues la percepción subjetiva de la temperatura no es confiable. Si usted registra con su termómetro temperaturas de más de 38º C o 100.4º F, entonces si esta presentando fiebre.
Dependiendo de si la fiebre se acompaña o no de otros síntomas como dolor de cabeza, malestar general, dolores musculares, diarrea o vómitos, secreciones o heridas supurativas, tos y expectoración, gánglios inflamados, entonces podría pensarse en una enfermedad. Si la fiebre no se acompaña de ningún síntoma y no es fiebre alta, o esta fiebre cede con medicamentos como acetaminofén, entonces probablemente no se trate de algo significativo que requiera atención médica.
Si usted considera que su fiebre es alta y podría tener algún significado clínico importante por los síntomas asociados a esta, entonces es recomendable que acuda personalmente a consulta médica.