Esto se debe a que el alcohol, sea por ejemplo como vino o cerveza, produce un efecto en los vasos sanguíneos denominado vasodilatación. Como lo sugiere el término, al dilatarse los vasos estos se llenan de más sangre de la habitual, lo cual se traduce en aumento de la temperatura y el enrojecimiento facial. Es un efecto esperado, a alguna personas les sucede más que a otras, sin ningún significado patológico.