Posterior a la presencia de un cuadro diarreico el sistema digestivo que un poco sensible a los alimentos y posterior a su ingesta, el paciente puede percibir un conjunto de síntomas, que molestan como: dolor tipo retorcijon, ardor, nauseas ocasionales y sensación de querer ir ala baño con frecuencia.
Existen diversos fármacos que pueden aliviar los síntomas como: antidiarreicos como la loparemida que ayudan a reducir el exceso de actividad en los intestinos, además de antiespasmódicos ( hiosina) que ayudan a paliar los dolores en la zona abdominal, también los probioticos que ayudan a fortalecer la flora intestinal.