Para este tipo de comedones con contenido purulento puede ser necesaria la aplicación de calor en el área afectada y una ligera presión realizada con las yemas de los dedos previa limpieza de las mismas y preferiblemente cubiertas con algodón para evitar lesionar la piel. Si esto no es exitoso debes acudir al médico para establecer un manejo adecuado de las lesiones ya presentes y previniendo futuras.