El equilibrio es controlado principalmente por tres ejes: el cerebelo, la visión y el oído interno. Cualquier alteración en estos puede generar síntomas como vértigo o inestabilidad, pudiendo predominar con mayor intensidad en uno y otro sistema.
Si la alteración que ocasiona el vértigo es a nivel del oído no tendría que generar alteraciones de la visión. Puede ocurrir un síntoma asociado denominado nistagmo, que genera movimientos involuntario del ojo que pasa mayormente desapercibido o condicionar cambios en la posición de la cabeza para reducir un poco las molestias (por ejemplo, girar la cabeza para ver mejor).