La razón es que los deportistas tienen mayor requerimiento de oxígeno para suplir con sus necesidades energéticas y por tanto su corazón bombea más fuerte que de forma usual. Eso hace, que por la velocidad con la que es impulsada la sangre a tu organismo haya más glóbulos rojos que puedan romperse. Entonces el cuerpo compensa aumentando la cantidad de células rojas para que haya un aporte suficiente de oxígeno y puedan rendir lo que requieren.