Esto es algo que se establece desde incluso antes de nacer. Pasa porque en el proceso de formación del feto, hay dos mitades que se forman de manera independiente pero simultánea. Es decir que crecen al tiempo y luego llegan a juntarse para cerrar una especie de tubo que somos mucho tiempo antes de nacer. Por este motivo, las dos mitades de nuestro cuerpo se pareen mucho, por no son exactamente iguales. Por ello puede que un ojo sea más grande que el contrario, o que las uñas de una mano sena más grandes a la contraria. Esto no tiene nada de malo. Lo preocupante sería si hay cambios tales como crecimiento asociado a una masa en el seno. adquirir piel de naranja en el seno, o que el pezón se hunda.