La precipitación de los episodios de manía se relaciona principalmente con un disbalance en los niveles de monoaminas como la noradrenalina, serotonina y dopamina que se elevan. Se han estudiado otras vías que parecen estar involucradas como la acetilcolina (disminuye), el GABA (variable) y la participación de otros ejes endocrinos como el hipotálamo, hipófisis y glándula suprarrenal.