Puedes darte permisos de vez en cuando pero no excederte, preferiblemente una vez por semana y una sola comida. Darte la oportunidad de comer lo que no debes dos días completos, a todas horas, es muy peligroso y contraproducente para tu salud, porque puedes acabar en un segundo con todo el esfuerzo que has hecho durante la semana. Puedes comer una vez a la semana algo que no tengas permitido y no ocurrirá pero si duras 48 horas comiendo lo que no debes, es probable que no obtengas resultados.