Puede ser algo normal, teniendo en cuenta que la temperatura basal por lo general es más alta en el embarazo, que existen estructuras anatómicas que están en contacto directo con la pared abdominal y que existe una diastasis (separación) de los músculos rectos abdominales será mucho más fácil para la madre apreciar el calor interno de su propia fisiología. No debes preocuparte por esto a menos que estés presentando fiebre con temperaturas mayores a 38.5°C.