La dermatofagía (habito de morderse la piel) se considera un habito nervioso o compulsivo hacia la automutilación de la piel o los apéndices de esta con los dientes. Se agrupa dentro de los trastornos del control de los impulsos, entendiéndose como un tipo de respuesta/afrontamiento al estrés, un habito que ayuda a las personas a desahogar su nerviosismo, se asocia también a situaciones de angustia o aburrimiento. Teniendo definido el porque se da este comportamiento, las medidas para mejorar esta situación, son:
- Identificar la causa: el agente estresante, para así intentar corregirlo y estar alerta y evitar la conducta de morderse.
- Aplica hielo: si la mordida causa sangrado, chupa un hielo o mantén agua helada en tu boca, hasta que el sangrado disminuya.
- Limpieza de la boca: por medio de gargarismos con enjuague bucal antiséptico alrededor de la herida para prevenir cualquier infección.
- Verifica tu mordida: si el sangrado no cesa después de 10 minutos, acude con tu odontológo a valoración presencial.
Es recomendable que consultes rutinariamente con tu odontológo, para verificar el estado de tu dentadura o la alineación de tus dientes, y poder tomar las medidas pertinentes si ha habido alguna alteración significante de las mismas.