El consumo de sustancias como la cafeína en el café, se relaciona con un incremento transitorio de la presión arterial, que en casos no controlados puede representar un riesgo mayor.
En la hipertensión arterial controlada el consumo esporádico de café no representa un riesgo. De hecho, algunos estudios relacionan la ingesta de café con mejoría del riesgo cardiovascular pero sin efectos sobre la hipertensión arterial (ni para bien ni para mal), eso si, su consumo no debe ser excesivo.
Respecto a la linaza los estudios son limitados, sin embargo existe evidencia en humanos y ensayos animales que relacionan un efecto modulador de los niveles de presión arterial con su consumo a largo plazo como parte de modificaciones alimenticias. Resaltando la importancia del control dietético en el manejo de la enfermedad.
Para resumir, ni el café ni la linaza cuentan con estudios que contraindiquen su consumo en pacientes hipertensos. El consumo debe ser moderado y con precaución en algunos pacientes, principalmente para el café.