Este tipo de manifestaciones de compromiso marcado de la memoria son mejor asesoradas de forma presencial y con un trabajo multidisciplinar que puede incluir neurólogo, psiquiatra, psicólogo y terapeuta ocupacional. No necesariamente todos pero estos son algunos de los encargados de valorar su estado cognitivo, descartar la presencia de deterioro neurológico y fortalecer las herramientas de apoyo a la concentración.
Muchas veces olvidamos nombres por la alta carga de estrés o por no estar atentos a la situación sin que esto necesariamente sea patológico. Puede continuar con el ejercicio de anotar las descripciones e intentar ejercitar la memoria memorizando, por ejemplo algunos números telefónicos de uso frecuente o personas cercanas y realizando actividades como sopas de letras, sudokus, entre otros.