Es la atenuación o desaparición completa en el paciente de los signos y síntomas de su enfermedad, ya sea como consecuencia del tratamiento o de forma espontánea.
Las posibles explicaciones son variadas y no siempre es posible atribuir de forma segura una causa a la remisión. Una de las causas más frecuentemente estudiadas es el efecto placebo, en el que un tratamiento inerte provoca la curación o mejora de los síntomas debido a la sugestión del paciente. También puede ocurrir que haya ocurrido un error de diagnóstico y que el paciente realmente nunca hubiera padecido la dolencia diagnosticada. Finalmente, la remisión también puede deberse a la acción de los mecanismos naturales de regeneración y defensa del cuerpo humano. Aunque el cuerpo no sea normalmente capaz de enfrentarse a una patología determinada, como el cáncer o algunas enfermedades infecciosas, en algunos casos se puede producir una respuesta más fuerte de lo habitual o el agente causante puede estar debilitado, lo que haría posible la remisión,