No existe una respuesta clara aún para esta interrogante. A pesar de que se considera que las señales de los teléfonos celulares son radiaciones no ionizantes que no son lo suficientemente fuertes como para causar cáncer ya que no pueden romper los enlaces químicos en el ADN, recientes estudios muestran que puede haber efectos adversos a largo plazo sobretodo a nivel encefálico y de cuello.
Actualmente la IARC clasifica las radiofrecuencias electromagnéticas como "posibles carcinógenos para los humanos", es decir, no hay evidencia clara pero se deben tener precauciones entre las que se incluyen:
-Usar manoslibres cada vez que sea posible.
-Usar más mensajes de texto.
-Limitar la duración de las llamadas.
-Hablar en zonas en las que exista buena señal.