Principalmente debes tomar abundantes líquidos que permitan mantener la mucosa de la orofaringe adecuadamente hidratada y que se fluidifican las secreciones acumuladas en ella. Los alimentos y bebidas frías pueden ser igualmente útiles a la hora de buscar disminuir la inflamación que causa el dolor.
Existe opciones farmacológicas de venta libre en spray, tabletas masticables, caramelos, entre otros que tienen componentes refrescantes, anestésicos y analgésicos que podrían servir dependiendo la causa del dolor. Para establecer la causa es necesario una visita presencial ya que las razones por las que puede doler la garganta son múltiple pero el manejo es diferente en cada una de las patologías. Algunas enfermedades de este tipo pueden incluso llegar a complicarse, como es el caso de la amigdalitis, por lo que es imperativa la visita al médica.