Lo más importante en el momento es prevenir la aparición de nuevas manchas, por lo que es primordial que uses diariamente protector solar, aplícalo por lo menos dos veces al día (7 am - 12 m). Si sudas en exceso, nadas o te secas la cara debes volverlo a aplicar. Adicionalmente, es importante usar protección física con gorras o sombreros y evitar la exposición prolongada al sol. Para las manchas que ya han quedado en tu piel por el daño solar existen varios tratamientos, desde despigmentantes tópicos hasta tratamientos especializados con láser. Para determinar el mejor tratamiento es necesario que asistas a valoración médica presencial para así poder evaluarte e iniciar el manejo adecuado de acuerdo al estado actual de tu piel.