Es posible que estos síntomas se relacionen con una enfermedad acidopéptica como una gastritis con reflujo gastroesofágico.
Puede modificar patrones de alimentación, evitando el consumo de irritantes gástricos como bebidas negras, gaseosas, comida rica en grasas o azúcares. Mantener un alimentación balanceada y evitar los ayunos prolongados (más de 6 horas sin comer) fraccionando su ingesta a 5-6 porciones diarias de menor tamaño, no coma hasta no poder más y evite comer al menos 1 hora antes de acostarse. Puede elevar la cabecera de la cama o emplear almohadas para dormir en una posición semisentado.
Es posible el uso de antiácidos líquidos de venta libre para manejo de episodios de dolor, sin embargo, se recomienda la asistencia a control médico para recibir una adecuada formulación y seguimiento.