El aspecto brillante podría ser debido a la producción excesiva de sebo por parte de las glándulas que se encuentran en la piel. Dentro del manejo específico de esta condición resalta tanto la higiene adecuada (usar jabones con pH neutro, limpiezas faciales), así como medidas preventivas (evitar cremas grasosas, evitar la persistencia del sudor en la piel, entre otras). De persistir este problema o derivar en otras complicaciones como la aparición de acné te recomiendo asistir a una valoración por tu médico e idealmente un dermatólogo para contemplar la necesidad de un tratamiento más específico y dirigido.