La sensibilidad cutánea puede estar incrementada en cuadros dolorosos crónicos que involucran un componente neuropatico (daño del nervio) que facilita la aparición de dolor, como fibromialgia, disestesia cutánea crónica, notalgia parestésica, tumores, herpes zoster e incluso de acuerdo con las características o patrones asociados de dolor se podría considerar un componente ansioso.
Por ello se recomienda asistir a consulta para ampliar la información y posible manejo por medicina del dolor.