El comerse las uñas corresponde generalmente a una manifestación de ansiedad, por lo cual una de las mejores formas de evitar que suceda es eliminando los estresores que desencadenan esta reacción o cambiando el impulso de comérselas por otra actividad como presionar una pelota antiestrés, etc. También existen esmaltes de gel o silicona que no se dañan con llevarse los dedos a la boca y es una forma de que la persona se abstenga de comerlas.