Algunos estudios sugieren que la actividad física moderada-intensa de tipo cardiovascular practicada en ayunos favorece el consumo calórico a partir del tejido graso, es decir puede contribuir a la disminución del porcentaje graso. Sin embargo, esto implica riesgos para la salud, principalmente por el riesgo de hipoglicemia, por lo cual se recomiena no exceder la intensidad de la actividad realizada. Si decide consumir alimentos, puede practicar inicialmente la actividad de fuerza y finalizar con el ejercicio cardiovascular para favorecer la reducción grasa.
Finalmente, el ejercicio brindará beneficios si es correctamente practicado independientemente de si se hace en ayunas o no, por lo que puede escoger la rutina que mejor se adapte a sus necesidades o comodidad, sin dejar de practicar la actividad física.
No olvide mantener una alimentación balanceada.