En ausencia de síntomas actuales como dolor abdominal, dolor o molestias en la garganta o dificultad para tragar, a pesar de que haya ingerido el hueso de pollo no hay medidas o intervenciones adicionales por realizar en estos momentos, debido a que el hueso ha pasado la porción del estómago y no es alcanzable por vía endoscópica. Debe esperar que este sea eliminado en materia fecal, lo cual suele ocurrir sin mayor problema en muchos casos.
Debe acudir a urgencias en caso de dolor abdominal intenso, distensión marcada, ausencia de deposiciones con ausencia de pedos, vómito persistente.