En términos generales los inhibidores de la bomba de protones como el lansoprazol, se consideran fármacos seguros y con una relativamente baja tasa de eventos adversos. Su uso a largo plazo ha sido relacionado con condiciones potencialmente reversibles como: nefritis intersticial (alteración del riñón), incremento del riesgo de fracturas por hipomagnesemia, anemia, deficit vitamina B12, cambios de la microbiota intestinal, trombocitopenia (disminución de plaquetas), miopatía (lesiones musculares), incremento en el riesgo de neumonía.
De acuerdo con las recomendaciones de la asociación americana de gastroenterología el uso de estos fármacos se debe realizar a la dosis mínima efectiva para el paciente y por el período de tiempo necesario para lograr sus beneficios, no se hace necesaria la monitorización o suplementación nutricional adicional durante el curso del tratamiento.
Mantenga las recomendaciones de tratamiento indicadas por su médico, para lograr los beneficios esperados del uso del medicamento. Asista a control médico para seguimiento y control de la formulación.