En primer lugar lavar los ojos con abundante agua fría o tibia hasta que el ardor mejore considerablemente y la irritación baje un poco. Asegúrate de eliminar toda la sustancia de tus ojos. NO apliques otro tipo de gotas por nada del mundo, ya que estas pueden reaccionar con las que te habías puesto y hacer que el cuadro empeore.
Cierra los ojos por unos minutos y si no mejora la irritación debes acudir a un servicio de urgencias para que te hagan un tratamiento más profundo. De cualquier forma debes tener en cuenta que si descansas y ya te mejora el cuadro clínico, ante cualquier señal de disminución en la agudeza visual, debes acudir de inmediato a urgencias o a un oftalmólogo para que valore el caso y te pueda ayudar de forma oportuna.