Después de un lavado de oído usted puede experimentar mareo, sensación de zumbidos en los oídos o disminución transitoria de la audición. Todos estos deben desaparecer espontáneamente en las siguientes horas luego del procedimiento. Si esto no ocurre, o presenta sangrado en el oído, o los síntomas anteriores tienden a empeorar, debe consultar por urgencias para descartar algún tipo de lesión traumática generada durante el procedimiento.