Para instaurar un tratamiento adecuado se debe establecer primero que todo la causa específica del vértigo. Las causas del vértigo se pueden dividir en dos grandes grupos, las de tipo central, más graves pero mucho menos comunes (como las lesiones en el cerebelo o el tallo cerebral) y las de tipo periférico (enfermedades del oído medio o el sistema vestibular) las cuales son mucho más frecuentes y benignas. Independiente de la causa el tratamiento suele ser sintomático, y dependiendo del origen puede haber beneficio de ciertos medicamentos como los antihistamínicos o las benzodiacepinas en ciclos cortos, así como medicamentos que disminuyan el vómito en caso de que éste se presente. No es bueno usar estos medicamentos durante tiempo prolongado dado que puede retrasar la recuperación completa que hacen el sistema vestibular y el cerebelo. Así mismo, las terapias físicas de rehabilitación cumplen un importante papel en el tratamiento. Algunos tipo de vértigos posicionales pueden aliviarse con ciertas maniobras las cuales deben realizarse por un especialista en el tema o un médico general con entrenamiento para ello. Por todo lo anterior, debes asistir a una valoración médica o un control con el profesional que te dio el diagnóstico para iniciar el tratamiento pertinente dependiendo de la causa. Recuerda no automedicarte y asistir inmediatamente por urgencias si presentas debilidad de alguna parte del cuerpo, visión doble, dolor de cabeza intenso o alteraciones en el habla.