Usualmente depende del diámetro de las mismas ya que algunas son operables mientras que otras no. Sin embargo, suelen ser de mucho cuidado ya que el mayor riesgo que representan es que se rompan, lo cual puede suceder de manera espontánea pero también secundaria a alguna trauma o golpe en la región en la cual se encuentra el aneurisma. Si está aneurisma se encuentra en la aorta, y está llegase a romperse, dado que la aorta es la arteria más grande del cuerpo, el sangrado produciría en tal caso un riesgo de muerte en cuestión de minutos.