La dismenorrea o menstruación dolorosa es una situación relativamente frecuente en las mujeres. Esta puede ser primaria (es decir sin otra enfermedad o condición que la explique) o secundaria a otro trastorno orgánico o metabólico. En general es necesaria una evaluación presencial por su médico de cabecera para tratar de descartar alguna condición asociada; en caso de que esta no exista, el tratamiento suele consistir en la toma de antiinflamatorios no esteroideos por 2 o 3 días o mientras exista el dolor.