La textura y forma del cabello está determinada genéticamente por la cantidad de puentes de hidrógeno qué hay entre las fibras del cabello. Estos se pueden alinear con el efecto del calor del secador o la plancha o por algunos productos de belleza temporalmente, pero vuelven a su forma original una vez se lava nuevamente. Por lo anterior, no existen shampoos que logren cambiar esto permanentemente como sí lo hacen otros productos químicos más fuertes por tiempos más largos (igualmente el cabello regresa a su forma original porque el nuevo cabello que va naciendo trae la información genética original)