Hay quienes confunden la disminución de las inhibiciones con un incremento de la excitación, y creen que el alcohol tiene efectos mayores en la excitación. En realidad, no hay bebida que active una parte sexual desconocida de tu cerebro; simplemente te desinhibe. Cualquier curiosidad y deseo sexual que ya existe en tu mente, puedes expresarlo después de ingerir licor.