Puede ser que si mantiene durante mucho tiempo la misma posición, al momento de cambiarla experimente estos crujidos. Normalmente no se relacionan a ninguna enfermedad en personas jóvenes y si no generan dolor no deberían causarle ningún tipo de preocupación. Si estos crujidos le generan dolor, se relacionan a inflamación (calor y enrojecimiento de la zona), limitan sus movimientos y le impiden realizar sus actividades diarias, entonces si es necesario que acuda a su médico para realizar un examen físico presencial y enviarle los exámenes correspondientes para determinar que condición puede tener usted que le este causando el malestar. Si usted no tiene ninguno de los síntomas anteriores, puede que no requiera ningún tipo de tratamiento. Puede empezar a realizar terapias de estiramiento para facilitar los movimientos de la columna.