El herpes zóster no requiere de ningún examen de laboratorio, basta con que un médico te evalúe y mire las lesiones que presentas, junto con los síntomas generales, para hacer el diagnóstico del herpes zóster y poderte indicar un tratamiento. Además de las lesiones que son como pequeñas ampollas llenas de agua clara, que se juntan unas con otras y se estallan volviéndose úlceras o llagas, otros síntomas son: malestar general, fiebre o escalofríos, sensación de comezón, dolor, ardor y como quemadura en el sitio donde tienes las lesiones y en las zonas alrededor. Para los síntomas generales, puedes tomar acetaminofén, mientras consultas con tu médico tratante para que te indique el tratamiento preciso.