Las razones pueden corresponder a simple costumbre o a alguna afección que causa dolor o disconfort a la hora de adoptar otra posición. Lo más indicado para evitar complicaciones como eritema unilateral, deformidades en cráneo, tortícolis, reflujo y más importante el síndrome de muerte súbita del lactante. Esto se puede lograr:
-Colocando tu bebé acostado sobre su espalda una vez dormido.
-Evitando el uso de estructuras de soporte innecesarias.
-Evitar el uso de posicionadores.
-Evitar envolver el bebé.
-Alternando con frecuencia la posición de la cabeza de tu bebé.
Estas precauciones deben mantenerse hasta por lo menos los 12 meses.