Los anticuerpos son moléculas creadas por el cuerpo en contra de un antígeno (sustancia u objeto específico) Muchos de estos se encuentran normales circulando en sangre sin representar un peligro. La interpretación de estos requiere de un contexto clínico y una especificación del tipo de anticuerpo y contra qué que se evalúa.
Los niveles elevados de un anticuerpo puede, entre otras cosas sugerir: Procesos infecciosos recientes, infecciones crónicas o antiguas, condiciones autoinmunes, afecciones atópicas.