Los resultados del examen de Toxoplasma miden los niveles de anticuerpos (defensas) que el organismo ha generado en contra de la infección (Toxoplasmosis). Cuando ocurre la infección, los anticuerpos IgM son los primeros que se generan para combatir la infección, sin embargo estos tienden a disminuir con el tiempo. Luego el cuerpo genera los anticuerpos IgG, los cuales permanecen elevados de modo que si vuelve a aparecer el Toxoplasma, el cuerpo pueda combatirlo. En ese sentido una persona con IgM bajo e IgG elevado (así como en este caso), significa que ya se sufrió la infección en el pasado, pero no recientemente, y que además tiene defensas para combatir el Toxoplasma en caso de que aparezca. En conclusión, los exámenes tienen un resultado normal.