Por lo general en las etapas iniciales se recomienda el reposo para ayudar a que disminuya la inflamación y las molestias relacionadas. Posteriormente se recomienda regularmente el ejercicio moderado en gimnasio o caminata por alrededor de 30 minutos 5 veces a la semana favoreciendo un movimiento más rápido de la linfa a través del sistema linfático y al mismo tiempo disminuyendo la inflamación que padeces. Es tu médico tratante quien debe autorizar este tipo de actividades una vez sea instaurado el tratamiento.