37°C corresponde a una temperatura corporal normal, fiebre es una medición con valores de 38,3°C o superior. Para el diagnóstico específico de influenza se realizan pruebas moleculares para detectar serotipos virales mediante pruebas rápidas o detección específica mediante amplificación del ADN. Usualmente este tipo de pruebas no son realizadas rutinariamente en ausencia de factores de riesgo, indicadores epidemiológicos o alta sospecha clínica, debido a su disponibilidad, costos y falta de impacto en la conducta clínica en personas sanas.
A pesar de contar con un diagnóstico de influenza es poco probable que se administren medidas adicionales salvo consideraciones específicas o presencia de: edades extremas (menor de 5 años o mayor de 65 años), patologías de base que afecten la inmunidad o alteren la capacidad pulmonar, inmunodeficiencias, embarazo.
Puede aplicar medidas generales de higiene como lavado de manos, uso de tapabocas, evitar saludar de beso o de mano durante la enfermedad o brotes epidémicos, evitar contacto con individuos con los factores de riesgo anteriores. Para manejo del cuadro viral se realiza control sintomático con analgésicos para el dolor, reposo y abundante hidratación. El mismo resolverá usualmente en el transcurso de una semana.
En caso de dificultad respiratoria, dolor de pecho o ahogo, tos con sangre, fiebre persistente más allá de 5-7 días asista a urgencias.