Pueden existir distintas razones por las cuales un niño aún no logre el control de esfínteres a los 8 años, entre ellos causas de origen neurológico. Sin embargo, en niños que han logrado previamente el control de esfínteres es importante evaluar un origen psicológico asociado, teniendo en cuenta el ambiente social, la exposición y cuidados del niño.
Es importante que asista a evaluación médica para seguimiento del menor y poder descartar condiciones relacionadas que involucren esta manifestación.