El Ginkgo biloba clínicamente ha evidenciado en algunos estudios una leve mejoría en el dominio de la función cognitiva de denominación de objetos e incrementos del área cognitiva, está descrito, de igual manera que ejerce efectos neuroprotectores a través sus efectos como antioxidante, anti PAF, modulador del tono cerebrovascular, sobre neuroreceptores, en el metabolismo glucídico y en la actividad electroencefalográfica. Esta actividad funciona como coadyudante en patologías como: lesión cerebro-vascular, tinnitus, hipoxia, desórdenes vestibulares, involución senil y diversos desórdenes cognitivos. Sin embargo, otros estudios ponen en duda su función y describen que no es útil ni en el tratamiento, ni en la prevención de la demencia, el deterioro cognitivo o el Alzheimer.
Por otra parte, el ginseng ha sido calificado como planta adaptógena, es decir, que tiene un efecto tónico que aumenta la resistencia del individuo frente a las condiciones nocivas del entorno, mejorando la capacidad de defensa inespecífica siendo capaz de estimular la resistencia del organismo en situaciones de sobreesfuerzo además de estimular el sistema nervioso central, incrementar la resistencia inespecífica a las enfermedades junto con una acción antiestrés y poseer efectos sobre el corazón, el aparato gastrointestinal, el metabolismo, la sangre, entre otros.
Se recomienda que su consumo sea por indicación médica.