Es normal que los extremos de los miembros, es decir, manos y pies tengan temperaturas considerablemente más bajas que el resto del cuerpo. Dependiendo de la edad la inmadurez capilar puede hacer que se aprecie más la situación, de igual manera, los cuadros patológicos como el resfriado pueden causar vasoconstricción con el fín de salvaguardar calor en los órganos vitales comprometiendo la circulación de los miembros. Esto no es un signo de alerta y no debe preocuparse por ello.