La ingestión de este tipo de cáusticos llevan a serias y dolorosas complicaciones y que en ocasiones causan la muerte. Básicamente lo que suceden son serias quemaduras del tracto gastrointestinal con necrosis por licuefacción de las proteínas, saponificacion de las grasas y formación de coágulos. Por ningún motivo se recomienda el consumo de cloro, lejía, lavandina o similares.