En general la masturbación femenina como masculina, puede ser considerada una actividad normal y sana en los adolescentes y adultos; sin embargo, estudios comportamentales recientes, relacionan la masturbación excesiva con mayores tasas de depresión y frustración, pudiendo estos ser los desencadenantes y no una consecuencia. De otra parte, el uso de maniobras muy agresivas, puede generar lesión de la piel del pene y tejidos continuos. La aparición de eyaculación precoz con la masturbación muy frecuente no está comprobada científicamente.