Cuando se realizan procedimientos en las articulaciones es muy importante estar atentos a cualquier cambio en su tamaño en la piel que las rodea. En su caso, si usted nota que si al comparar la rodilla que fue intervenida con su otra rodilla, ésta se encuentra aumentada de tamaño, debe tambien estar atenta a si hay signos de infección local adicionales como enrojecimiento en la piel que la rodea, dolor al tocarla o se siente caliente. En cualquiera de estos casos debe asistir al médico ortopedista para valorar una posible infección del tejido e iniciar inmediatamente manejo antibiótico. Si sólo se trata de un aumento de tamaño, sin ninguno de estos síntomas, usted puede intentar medios físicos como alternas paños de agua caliente con paños de agua tibia. O colocar una bolsa de hielo por periodos no mayores de 15 minutos para no lacerar la piel. Si luego de estas medidas por dos o tres días usted considera que la rodilla no baja de tamaño o que por el contrario, sigue aumentando, consulte con su médico ortopedista en los próximos días.