Si usted ha recibido el diagnóstico de infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el siguiente paso es identificar con cuál de las variantes de este virus (llamadas cepas) usted se encuentra infectada. Existen cepas de bajo riesgo, que no evolucionan a cáncer de cuello uterino y causan verrugas y lesiones en la vagina que tienen un tratamiento específico para eliminarlas. Las lesiones pueden volver a aparecer luego debido a que no existe una cura contra el virus del VPH, una vez se encuentra infectada sólo se consigue "adormecer" su acción en el sitio de infección pero nunca se logra erradicar totalmente. Por otra parte, si usted se encuentra infectada con una de las cepas de alto riesgo, va a necesitar un examen vaginal en el cual tomen una muestra para analizar en el microscopio y ver si hay alguna lesión cancerígena (lo cual es poco probable porque la mayoría de las lesiones por cáncer de cuello uterino aparecen aproximadamente a los 10 años después de la infección). No existe forma de predecir si usted va a desarrollar cancer de cuello uterino, pero sí existen controles con exámenes que se repiten mínimo cada año y si se llega a identificar algún inicio de cáncer se pueden hacer cirugías o remociones del tejido infectado. Es necesario que usted establezca una buena comunicación con el médico ginecólogo y siga muy de cerca esta infección.