El hígado cumple muchas funciones en el organismo, entre ellas ayudar con el procesamiento de todo lo que comemos y de desintoxicar el organismo de sustancias que consumimos y no deben quedarse en el cuerpo; por ejemplo el alcohol. El consumo crónico de alcohol hace que haya una inflamación permanente en el hígado que luego va a evolucionar a cicatrices en el hígado (cirrosis) que interrumpen su funcionamiento normal y en ese caso se necesita dejar el consumo de alcohol totalmente como primera medida. Por otra parte, el hígado puede inflamarse por infecciones con virus (Hepatitis A, B, C) y requiren un tratamiento antiviral. Estas infecciones se contraen por mecanismos diferentes: algunas por aguas contaminadas con el alimento, otras por transfusiones sanguíneas o como enfermedades de transmisión sexual.